Bajé al abisal a llorarte a mares
Ligera, subí en una burbuja de aire
aleteando los pies
y otra vez saqué la cabeza a la vida
para nadarla
Me perdí embelesada con la seba de la orilla
Si me distraigo me pierdo
Pero esta mañana
no me he ido
Tengo los pies en la arena
de tu casa a la mía
Nos quedan catorce lunas
azules de sal
y dos mil mares.
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